El descenso
Dormiamos, o al menos yo ya criaba sueños chiquitos, afuera el pueblo amagaba sus silencios con los grillos cantores.Una fina garua cubria de plata las callejuelas, todo auguraba una noche tranquila en las que la luna se dormia entre los nubarrones hasta que el gallo la despertaba.
Asi dormia el pueblo , asi dormiamos todos en la vieja casona, hasta que subitamente el estruendo ahuyento los sueños y desperto los miedos, algo cayo sobre el debil techo, algo pesado debio ser. Raudos nos levantamos, cogimos cualquier cosa que hiciera herida, y fuimos hacia donde provino el ruido. Una densa polvareda cubria el recinto, mas que polvo una nube de mariposas nocturanas revoloteaban confundidas buscando luz donde embelesarse. De pronto , Francisco se adelanto y con un gesto de su mano nos hizo el ademan de esperar , sigilo por favor parecia decir .... cautela.... poco a poco el candil de aceite desnudo la penumbra y empezamos a vislumbrar los daños, el enorme forado en el techo, los escombros y en el suelo empedrado , una blanca alfombra de floripondios, un sutil aroma a cenizas y agua florida, se diluia con el fuerte hedor que emanaba la oscura figura que yacia rampante en una de las esquinas del cuarto; la figura incorporose tambaleante y a duras penas pudo ponerse de pie , sacudiose del polvo y avanzo bamboleante hacia nosotros; Francisco adelantose a todos , su frasco de remedio en la zurda , un crucifijo antiguo en la diestra , enfrento a la sombra , que ya erguida, era mucho mas alta de lo que aparentaba cuando estaba encorvada; Francisco esparcio el remedio a bocanadas, y millones de gotas plateadas se robaron por un instante el reflejo de la luna que iluminaba la escena por el forado del techo;"¿Quien eres?" increpo con voz fuerte, "¿Quien eres que osa perturbar la tranquilidad de este lindo hogar, de estas lindas gentes, de estos lindos señores, de estos lindos recuerdos,de estos buenos sentidos , de estos lindos cariños?".............
En ese momento, la sombra se acerco al candil de francisco, cojeaba al caminar, los brazos abiertos como alas de buitre soleando,, las piernas largas y torcidas , avanzo dando pequeños saltos como los gallinazos en tierra, se me helo la sangre al ver entre la penumbra la pequeña cabeza calva de una anciana,con una diadema de luciernagas, los ojos hundidos en sus cuencas, la debil mandibula desdentada balbucear sonidos mezcla de verbo y graznido, hablarle a francisco:
"Le pido disculpas francisco" la voz chillona que a veces graznaba,"me cogio el dia, le pido disculpas, se de sus aceros de sus piedras guias de su lindo jardin encantado, de sus mishas , de sus floripondios de siete colores, se bien de usted y le pido disculpas, y un ultimo favor , me deje pasar el dia en este cuarto oscuro, solo cubrame de petates y sigan el dia como si yo no estuviera, ya cuando ustedes duerman me ire de su casa..."francisco reconocio a la anciana y acepto las disculpas nos hizo entrar en nuestros cuartos y cerro las puertas de la casa, tarde muy tarde ya oimos asustados un fuerte aleteo y algunas cañas cayendo del techo dañado.
A la mañana siguiente muy temprano, llego ala casa, montado en brioso corcel con espuelas de plata , un joven mozo enviado por la anciana y entrego a francisco unas monedas de oro que largamente pagaban el daño que causo la señora en esa noche extraña.
Relato real contado por el maestro Francisco Guerrero Palacios curandero de estas tierras magicas.