Friday, January 16, 2009
La charla
Y asi, apure mis pasos, camine sin extrañar las huellas, sin contar abacos, solo ajuste mis distancias a sueltas lejanias. Sin despertar al ruido, sin ahuyentar luciernagas se hizo de noche, y segui mi rumbo, solo y mi pulso , un puñado de talismanes y mis pies sin consuelo.
Y asi llegue a un valle de piedras, de nubes cautivas , de zorros profetas. Y me quede entre ellas, enormes moles de silente majestad, meteoros cansados de volar, semillas de mundos por nacer. Me arrodille entre las colosales masas, tire al azar mis talismanes, y me puse a conversar con ellas , les conte de mi mano hambrienta , que tengo ojos en los dedos, que tengo fantasmas en las falanges, que encontre una llave de mi padre, que nunca supe que puerta abria, que el aun sigue muerto, que ya me canse de esperar su silbido, su bolsa con tamales y galletas de leche, le conte que quize pintarle un cielo y nunca enconte el oleo azul, le hable con la voz que quizo decir tanto y que se quedo muda derrepente, le hable , al fin pude hablarle , y la piedra solo me observo con sus ojos de miles de avispas que la habitan, y me respondio con la voz de un pajaro rojo que anido en su testa, un trino ,un canto, un silbido , tan pero tan parecido al de mi padre, que me di por satisfecho.