El espejo
Estiro los brazos, espantando rezagos de efimero sueño, digo efimero,pues casi no duermo,a mis noches las gobierna la vigilia, y cuando apenas concilio el sueño, me despierto casi de inmediato, sacudido con estertores de pesadilla y sobresalto;solo me queda esperar al tiempo, la luz tornarse penumbra, el ojo sin parpadear, la hipnotica fabla del reloj, martillando mi sien,
entonces es cuando acostumbro a jugar al nictalope, a discernir relieves en siluetas,a separar vacios de las sombras, agudizar el oido en el silencio, delatando hasta el aleteo fantasmal de una polilla volando entre los petalos desecados de las flores de jazmin, que desperdigaba entre las sabanas, queriendo en vano disfrazar el acre olor a viejo, que emanaba aquel camastro,de muchos dueños, muchos muertos y pocos sueños;y el edredon, ese edredon azul,que pendia cuan sierpe dormida del borde del lecho. Me levanto, los pies descalzos ,es calido el parquet, al final fue una buena decision cambiar las frias losetas de marmol, la madera es mas amable en su tacto. mas organica que la fria piedra, incluso me siento mas acompañado con mi piso de parquet.
Asi aun desperezandomecamino hacia el lavabo, lento, como disfrutando el roce con el piso, me detengo por momentos y empiezo a fijarme en cada detalle de la habitacion, primero como un todo,luego examino con mas detenimiento cada uno de los objetos del cuarto, parco y franciscano.
La cama que ya antes mencione, ocupa la mayor parte del espacio, una pequeña mesa de noche con una copa de agua y un aguamanil antiguo, al costado, una pila de libros siempre comenzados, casi nunca terminados, un ropero oscuro donde guardo la poca ropa que uso, un caballete desierto, pues hace mucho que no pinto y un baño pequeño cubierto de mayolica verde y una cortina estampada con veleros.Ya casi despierto me acerco al lavabo y observo mi rostro casi de memoria en el espejo oval qe cuelga del baño, el tiempo no es vano, ya casi tengo 36 años, casi muero una vez, solo quedaron tres cicatrices,que ahora oculto bajo la barba, me adentro en conjeturas e interrogantes existenciales, desde que dios me parece el mejor invento del hombre,
de pronto algo cruza tras de mi,un reflejo, una sombra envuelta en destellos de espejismo y velocidad.Y luego el olor, ese olor a jazmin inundando el ambiente, un instante fosil.........
y luego el estruendo, miriadas de mariposas y esquirlas de vidrio volante y entonces el negro absoluto, la oscuridad primal y el silencio ,ese silencio abisal ahogando el sonido...
Ahora logro escuchar , lejano, el gotear de algo liquido, ¿agua?, ¿mi sangre , quizas?...
Me arrastro aturdido, hiriendo mis rodillas en el vidrio desecho. Avanzo a tientas entre la penumbra, solo tinieblas y el olor ajazmin pendiendo del aire. De pronto un destello en la negrura hostil, una luz, un ovalo, una luz oval, me aproximo siguiendo el destello, mis manos tocan algo como una pared, si,....es una pared,........ mis dedos se deslizan, tanteando, de pronto el dolor......
un agudo pinchazo en la palma de la mano, una punta, un clavo... si...
la punta de un clavo sobresaliendo del muro , justo encima de la luz oval,me acerco y mis ojos encegecen por un momento y poco a poco se acostumbran al repentino resplandor; primero solo vagos volumenes difusos , luego algo azul, si..... azul, con estupor veo el cuarto, mi cuarto...si, tal como lo deje...........pero ahora lo veo, lo veo.....tras el espejo oval que cuelga del baño....